La gestión de la infraestructura vial ha experimentado grandes cambios en el último decenio, debido principalmente al aumento de la demanda de los usuarios de las carreteras, al mayor deterioro de la infraestructura vial y a la evolución de las expectativas de los usuarios. Además, nuevos desafíos como el cambio climático y las tecnologías y modelos de servicio emergentes (y potencialmente disruptivos) están modificando las dimensiones de la oferta y la demanda, además de ofrecer capacidad de reunión y análisis de datos por derecho propio. Esto ha llevado a la necesidad de utilizar las nuevas tecnologías de punta para reunir y procesar datos pertinentes a fin de facilitar el mantenimiento y la gestión de la red de carreteras y, al mismo tiempo, ofrecer a los usuarios de las carreteras viajes sin problemas y sin estrés.

Las investigaciones realizadas por Atkins bajo la supervisión de PIARC han confirmado que las presiones sobre las administraciones de carreteras en cuanto al aumento de la demanda y las expectativas siguen aumentando, y que la actual perturbación internacional tras la aparición de la Covid-19 significa que es probable que haya más desafíos que afrontar a corto y medio plazo. De los resultados se desprende claramente que existe un gran interés y apetito por los datos que puedan ayudar en este sentido, y ya hay excelentes ejemplos de buenas prácticas mundiales.

Las 20 recomendaciones, a las que se hace referencia en el informe, proporcionan un marco claro para que las administraciones de carreteras comparen sistemáticamente sus prácticas actuales y elaboren planes de acción adaptados. Éstas también se complementan con otras 4 recomendaciones que PIARC debe considerar, para apoyar a los países miembros en su camino hacia la prestación de mejores servicios a través de un uso más inteligente de los datos.